La Barcelona más emblemática baja la persiana

La librería Catalònia, durante el incendio que sufrió en 1979 - libreriacatalonia.com

La librería Catalònia, durante el incendio que sufrió en 1979 – Fotografía: libreriacatalonia.com

Barcelona, capital catalana cosmopolita y de carácter internacional, ha visto como muchos de sus comercios de toda la vida han bajado, uno a uno, sus persianas. Unos cierres que, a gran o pequeña escala, han levantado revuelo entre los clientes del barrio e, incluso, entre los medios de comunicación. Esto mismo sucedió, por ejemplo, con la emblemática librería Catalònia que, tras superar una Guerra Civil, un incendio devastador y un conflicto inmobiliario, cerró sus puertas de forma definitiva el año pasado. La crisis actual, que generó un descenso continuado de las ventas durante cuatro años, hizo imposible la continuidad de la librería. Y lo más sorprendente fue conocer cuál sería su sustituto: un McDonald’s. Este cambio despertó la contrariedad de muchos ciudadanos, que ven como la ciudad va perdiendo negocios familiares que constituyen, desde hace años, la esencia de Barcelona.

Sin embargo, no sólo la crisis económica y el descenso de las ventas han propiciado esta situación. Últimamente se han tomado decisiones legislativas que todavía ponen más obstáculos a la supervivencia de estos pequeños comercios. Hasta hace poco, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) preveía una moratoria de 20 años para adecuar las rentas antiguas a las del precio del mercado actual. Es decir, que los propietarios de las tiendas pagaban un precio de alquiler muy inferior al de comercios más recientes. Esta ley, no obstante, ha sido modificada, por lo que cuando estos contratos expiren, los arrendadores del local tendrán libertad para actualizar las rentas antiguas a finales de este mismo año.

Colmado Quílez, desde 1908

Colmado Quilez - Fotografía: Camaraalternativa

Colmado Quilez – Fotografía: Camaraalternativa

Uno de los comercios emblemáticos de la ciudad condal que se ha visto afectado por esta ley es Colmado Quílez, situado en la calle Aragó con la Rambla de Catalunya. Se trata de un local que, desde que abrió sus puertas en 1908, se ha mantenido intacto a pesar de los cambios de dueño que ha sufrido durante el siglo de vida que ha permanecido abierto. Su director, Faustino Muñoz, admite que hace 20 años que sabe que el negocio está en riesgo de ser cerrado. “Se trata de una tienda de renta antigua, por lo que tengo un alquiler más barato que otros comercios de la zona”, explica. Sin embargo, Muñoz se muestra realmente preocupado porque “la ley entrará en vigor el 31 de diciembre de este año y, cuando llegue ese momento, todos los comercios que estén en esta situación tendrán que renegociar con los arrendadores sus contratos”.

Otras tiendas históricas como la filatelia Monge, Camisería Deulofeu o la tienda de tejidos El Indio tendrán que cerrar una vez se aplique la LAU. No obstante, no son los únicos, porque muchos de los comercios emblemáticos de la ciudad (sobre todo del centro) se han visto afectados por su incapacidad de renovar las rentas de alquiler a precio de mercado. Algunas otras ya lo han hecho, como la librería Canuda y la juguetería Monforte. Se calcula que, aunque las tiendas emblemáticas afectadas por el fin de la moratoria sólo son del 10% -las otras ya lo tienen solucionado-, este cambio tiene efectos devastadores porque juegan con poco margen de actuación.

Colmado Quilez. Fotografía: Camaraalternativa

Colmado Quilez. Fotografía: Camaraalternativa

Crimen estético y social

El problema todavía va más allá. Entrando en un ámbito un más emotivo, también afecta a los ciudadanos, que ven cómo cambia la fisonomía de la ciudad y desaparecen muchos de los comercios de confianza de sus respectivos barrios. M. Conxa Montagud, una lectora de La Vanguardia que ha respondido una encuesta sobre el tema, opina que si bien es bueno que Barcelona crezca, sería un “crimen estético y social que este proceso contribuya a la desaparición de un patrimonio modernista irrepetible”. Otra lectora del diario, Catalina Argemí, se pregunta: “¿Por qué nuestro Ayuntamiento no protege a los comercios antiguos, con historia, y en cambio fomenta los comercios de lujo del Passeig de Gràcia? Francesc Font, también lector de este diario, está a favor de igualar las rentas de todos los comercios, “puesto que las tiendas históricas han tenido muchos años para adaptarse a la nueva realidad”.

Otros comercios ni siquiera van a tener la oportunidad de continuar abiertos. Teresa Torras, encargada de la chocolatería Farga en la que lleva trabajando más de 40 años, explica que el propietario de la finca ha decidido construir unas galerías en los bajos del edificio. El Ayuntamiento en ningún momento se puso en contacto con la tienda para informarles sobre la situación del negocio. Torras asegura “que se enteraron de lo sucedido en julio del año pasado a través de una noticia publicada en el diario El Periódico”. A partir de ese momento, ha sido gracias a la prensa que se han mantenido informados sobre las medidas tomadas por el consistorio para frenar el cierre masivo de comercios.

Chocolatería Fargas. Fotografía: camaraalternativa

Chocolatería Fargas. Fotografía: camaraalternativa

Galerías en lugar de Chocolatería Farga

El Plan Bayern consiste en una reforma que convertirá el inmueble en una galería comercial. Se aprobó el pasado 31 de enero en el pleno del Ayuntamiento gracias a los votos de Convergència i Unió (CiU) y del Partido Popular (PP). “Acabarán con los pequeños comercios que caracterizan la ciudad para poner las mismas tiendas que se encuentran en cualquier lugar”, sentencia Torras con cierta amargura. Cuando le preguntan si no contempla la posibilidad de trasladarse a otro local, su respuesta es muy clara: “Nuestra historia está aquí. Son los clientes los que nos buscan, familias que llevan generaciones y generaciones comprando en esta tienda. Ahora se nos hace muy difícil marchar a otro lugar”.

No es necesario mirar muy atrás en el tiempo para encontrar un precedente similar al de Farga y de Monge: en 1996, un grupo privado reivindicó la protección de la fachada de la plaza de toros de Las Arenas. La Generalitat de Catalunya se opuso totalmente a la petición y tuvo que ser el Tribunal Superior de Justicia el que obligó a su conservación. En este caso, fue la Associació d’Establiments Emblemàtics, impulsada por varios regentes de diferentes comercios afectados, la que trató de frenar el proyecto solicitando un expediente que declarase el edificio de Bien Cultural de Interés Local durante el pasado mes de febrero. De este modo, se impediría la concesión de licencia de obras mientras no se tuviese una resolución del expediente de catalogación. Sin embargo, y aunque la respuesta del consistorio todavía no es definitiva, parece que el proyecto continuará adelante.

Juguetería Monforte - Timeout

La Juguetería Monforte cerró sus puertas el 5 de enero de 2014 – Fotografía: Timeout

Otros 65 negocios han decidido agruparse bajo el nombre de Tiendas y Oficios Emblemáticos de Barcelona con el fin defender la supervivencia de estos comercios históricos para mantener la identidad propia de la ciudad. Según su portavoz, Alberto Mejías, la entrada en vigor de esta ley puede destruir todo el comercio tradicional. “Hemos conseguido que todos los partidos políticos, da igual del color que sean, se hayan posicionado a favor nuestro”, afirma con cierto énfasis. Además, ha habido una campaña muy importante en los medios de comunicación para reivindicar la defensa de estos establecimientos, especialmente por parte de La Vanguardia. Mejías sentencia que “al final, Xavier Trías, alcalde de la ciudad, ha tenido que hacer suya la bandera de la defensa de los comercios históricos con la boca pequeña”.

Camisería Deulofeu - La Vanguardia

Camisería Deulofeu – Fotografía: La Vanguardia

Un equilibrio necesario

Estas tiendas, que se han beneficiado durante muchos años de esta moratoria, se han visto afectadas por la incapacidad del Ayuntamiento de renovar las rentas de alquiler a precio de mercado. ¿Es injusto para los demás comercios que ellos tengan que pagar una renta mayor? ¿Qué sucede con aquellas tiendas tradicionales que han experimentado una subida en su renta súbitamente? Si bien es cierto que con esta ley se igualan los precios de los diferentes comercios de la ciudad condal, estos establecimientos afectados tendrán que redefinir su plan de producción si quieren hacer frente a las nuevas rentas que se les imponen. Actualmente, Muñoz está pagando aproximadamente 3.000 euros mensuales por el alquiler de su local. “Tiene que existir un equilibrio: ni seguir pagando una cifra tan baja ni pasar a pagar 30.000 euros de la noche a la mañana”, sentencia el propietario.

Librería Candua - Another Bcn

La librería Candua cerró sus puertas el 24 de octubre de 2013- Fotografía: Another Bcn

Las decisiones que las autoridades deben tomar al respecto no son sencillas ya que, además, en muchas ocasiones hablamos de tiendas estéticamente atractivas e incluso de arquitectura modernista, y que materialmente pueden ser –si no lo son ya- un bien material y cultural para la ciudad. El Ayuntamiento puso en marcha dos normativas a finales de febrero de este año con el objetivo de evitar que estos comercios echen el cierre definitivamente. La primera de ellas consiste en suspender las licencias de obras de estos establecimientos mientras se crea un listado de comercios que serán añadidos al Catálogo de Patrimonio Histórico y Artístico. La segunda tiene como cometido proteger la actividad comercial de estos locales. Para ello, serán tratados como Bien de Interés Cultural Inmaterial, de manera que no podrán cambiar de especialidad. Muñoz está convencido de que “si no se pueden hacer obras ni alterar el tipo de actividad del negocio, no importará cuán suculenta sea la oferta que propongan las empresas multinacionales a los propietarios del local”.

El principal problema: un cambio de modelo

El Rey de la Màgia - Perry

El Rey de la Màgia – Fotografía: Perry

El principal problema de estos comercios reside en que la producción es artesanal o ya no se vende tanto como en décadas pasadas. Sara Fernández, encargada de El Rei de la Màgia, una tienda dedicada a los trucos de magia situada en la calle Princesa, afirma que tendría que aumentar las ventas un 25% para poder pagar el alquiler que exige el mercado. Además, está preocupada por el futuro de sus empleados: “Tengo a un grupo de trabajadores a mi cargo que serán despedidos si no podemos continuar adelante con el negocio”, añade. En este momento, lo que prima es ganar el máximo beneficio a costa de abaratar los costes de producción. A las grandes empresas no les importa obtener un artículo de peor calidad, que no sea artesanal, si consiguen vender todo lo que producen.

Antoni Vives, Conseller d’Urbanisme de Barcelona, se muestra en contra de proteger este tipo de actividad comercial porque “si no existe un público que consuma esos productos, será totalmente inútil destinar unos recursos que podrían desdicarse a otros proyectos”. Desde su punto de vista, la única solución viable es preservar el edificio, ya que no tiene sentido salvar un comercio que está en decadencia, a pesar de que fabriquen artículos locales que no se encuentran en ningún otro establecimiento. En cambio, Mejías no está de acuerdo con estas declaraciones: “no solo se protege un negocio privado, sino que se protege una parte de la historia de Barcelona”.

Colmado Quilez - One day in Barcelona

Colmado Quilez – Fotografía: One day in Barcelona

Librería Catalonia - libreriacatalonia.com

Librería Catalonia – Fotografía: libreriacatalonia.com

 

Mientras que las licencias de obra estén suspendidas, el Ayuntamiento de Barcelona deberá crear un comité que establezca qué es un edificio emblemático o singular para asignar el nivel de protección correspondiente. En marzo de este año, el consistorio ya elaboró un listado con los 389 negocios que podrían verse afectados por esta normativa. Además, podrá en marcha un estudio  de todos estos comercios con el fin de determinar cuáles son las posibles soluciones para cada caso en particular: acuerdo sobre el precio actual de la renta, traslados a otros locales e, incluso, se baraja facilitar la opción a compra. Por último, se pondrá en marcha un Servicio de Atención Integral que atenderá todas estas demandas con el objetivo de mediar con los propietarios para la negociación de los contratos de alquiler.

Cámara Alternativa

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